“La mejor y más eficiente farmacia está dentro de tu propio sistema”
Robert C. Peale
La kinesiología, al trabajar como lo hace con un fundamento holístico, tiene en cuenta la interrelación que existe entre los distintos sistemas corporales.
Evita que tengamos que hacer conjeturas al emitir un diagnóstico, puesto que revela con precisión donde está el problema. Éste es corregido en su misma raíz y a menudo de forma permanente. Es decir, no se diagnostica ni se tratan los síntomas, se detectan y corrigen los desequilibrios en todo el sistema global cuerpo/mente.
Estos son sólo algunos ejemplos de casos en los que se puede aplicar Kinesiología:
- Adicciones
- Agotamiento
- Alergias
- Ansiedad
- Baja autoestima
- Ciática
- Depresión
- Diarrea / Estreñimiento
- Dificultad de aprendizaje
- Dolores de todo tipo: cabeza, cuello, espalda, cadera, piernas, etc.
- Fatiga
- Fobias
- Insomnio
- Intolerancia alimenticia
- Lesiones deportivas
- Miedo escénico
- Problemas de vista, oído, etc.
- Problemas de peso
- Problemas intestinales, de estómago, vejiga, hígado, etc.
- Trastornos afectivos
- Trastornos del comportamiento alimentario
- Trastornos de la piel
- Trauma por accidente.
- Etc.